Beneficios de montar a caballo


Montar a caballo es una actividad que aporta múltiples beneficios al jinete. Desde la mejora del tono físico a la liberación de estrés, la equitación aporta una increíble cantidad de ventajas a nivel psicológico y físico. Además, el desarrollo de actividades ecuestres con personas enfermas o con diversidad funcional aporta increíbles beneficios para su salud y acelera su recuperación.

Beneficios físicos

La práctica de cualquier deporte con cierta regularidad lleva implícita una mejora en las cualidades musculares y el equilibrio. La equitación no solo consigue esas metas sino que las supera mediante la relación con el animal.

Al montar a caballo nuestro equilibrio vertical y horizontal mejora, teniendo una percepción corporal más amplia y favoreciendo la mejora de la lateralidad.

La posición del jinete debe ser erguida por lo que corrige nuestros defectos posturales y regula el tono muscular.

La práctica de la equitación nos obliga a estar atentos frente a los movimientos del caballo, por lo que la coordinación fina y gruesa mejora, además de nuestros reflejos.

Los jinetes ven también como disminuye la espasticidad (tensión en los músculos) por lo que las actividades ecuestres disminuyen la rigidez corporal y la tensión muscular, favoreciendo que los músculos se relajen.

Por otro lado, montar a caballo aumenta la capacidad respiratoria y fortalece el corazón.

La actividad física que se desarrolla con la equitación aumenta la fuerza de los músculos del corazón y contribuye al control de la respiración.

Además, la temperatura normal del caballo, que se sitúa entre los 37 y 38 grados, es mayor que la del ser humano, por lo que se favorece la circulación sanguínea del jinete.

Beneficios psicológicos

Los beneficios que aporta la equitación en el plano psicológico son muy importantes de cara a tener una salud mental positiva. En primer lugar, la equitación obliga al jinete a confiar en el animal.

Durante un paseo a caballo se deben controlar las emociones para no sobresaltar al animal por lo que ayuda a la relajación. Llevar a cabo este ejercicio de confianza ayuda al jinete a mejorar su autoestima

Otro de los beneficios a nivel psicológico es la concentración. Para montar a caballo debemos prestar atención al entorno que nos rodea, por lo que nuestra capacidad de atención aumenta y, al ejercitarla, se favorece  la memoria.

Además, el animal debe ser guiado lo que crea un vínculo entre los dos que inculca respeto y responsabilidad.

Las salidas con nuestro caballo también ayudan a liberar el estrés y a desconectar de los problemas diarios, siendo una actividad divertida por lo que aumentaremos la cantidad de endorfinas en sangre.

Por último, montar a caballo también produce una mejora de la disciplina, la constancia y la paciencia.

El deporte ecuestre requiere de sacrificio y dedicación por lo que cualquiera que lo practique con cierta regularidad y quiera mejorar se tendrá que dedicar con cierto grado de constancia y disciplina al entrenamiento.

La equinoterapia

La equino terapia es el empleo del caballo para ayudar a personas en su recuperación física o mental.

Esta disciplina busca la rehabilitación de niños, adolescentes y adultos a nivel neuromuscular, psicológico, cognitivo y social empleando el caballo como medida terapéutica.

Siendo una muy buena herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas con diversidad funcional.

Esta disciplina cuenta con siglos de antigüedad, siendo ya recomendada en la Grecia Clásica para prevenir dolencias tanto físicas como mentales.

La elección del caballo para realizar esta disciplina debe regirse por su tranquilidad y dulzura con las personas.

Un buen caballo, educado y disciplinado permite transportar sin riesgos a cualquier persona y además obliga al jinete a confiar en él, aportando múltiples beneficios para el jinete.

Entre otras aplicaciones, la equinoterapia se utiliza para la mejora de la motricidad para personas con dificultad al caminar, ya que las sensaciones que sentimos al montar a caballo son muy parecidas a caminar.

De esta manera el paciente vuelve a familiarizarse con el movimiento. Además, el caballo produce vibraciones que se transmiten hasta el cerebro por la médula generando unos estímulos similares a los que se experimentan mientras caminamos.

Por otro lado, se produce una mejora de las relaciones sociales y el comportamiento de personas con autismo.

Esta actividad fomenta la autoestima, corrige los problemas de conducta y reduce la ansiedad, estimulando, además, la concentración y la memoria.

La equino terapia tiene aplicación en diversas terapias

Para las personas que sufren espina bífida, esclerosis múltiple, distrofia muscular, ceguera, sordera, amputación de miembros, lesiones medulares, parálisis cerebral, Síndrome de Down, adicciones, anorexia o bulimia y diversos problemas de adaptación social, entre otros.

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